El convenio regulador para un bebé lactante en una situación de custodia compartida debe tener en cuenta las necesidades específicas relacionadas con la lactancia y el cuidado del bebé. Aquí hay algunos aspectos a considerar al redactar un convenio regulador para un bebé lactante:
- Alimentación: El convenio debe incluir disposiciones claras sobre la lactancia materna o la alimentación con biberón, según corresponda. Debe establecerse cómo se llevará a cabo la alimentación del bebé durante los períodos de custodia de cada padre. Esto puede incluir la extracción y el suministro de leche materna, el uso de fórmula infantil y los horarios de alimentación.
- Horarios de lactancia: Es importante considerar los horarios de lactancia del bebé y garantizar que se respeten durante la custodia compartida. Esto puede implicar permitir que el bebé se alimente directamente del pecho materno si la madre está presente o proporcionar la leche materna o fórmula preparada por el padre cuando corresponda.
- Extracción y almacenamiento de leche materna: Si la madre elige extraer y almacenar la leche materna para su uso durante los períodos de custodia del padre, el convenio puede incluir detalles sobre la extracción, el almacenamiento y el suministro de la leche. Esto puede incluir acuerdos sobre cómo se llevará a cabo la extracción, cómo se almacenará la leche y cómo se entregará al padre para su uso durante la custodia.
- Períodos de contacto con la madre: Es importante que el convenio permita suficientes períodos de contacto con la madre para mantener una relación cercana entre el bebé y la madre durante la lactancia. Esto puede incluir la posibilidad de visitas adicionales o tiempos de contacto más prolongados para facilitar la alimentación y el vínculo madre-hijo.
- Flexibilidad y adaptabilidad: La lactancia materna puede ser impredecible y requerir flexibilidad en los horarios y las rutinas. El convenio debe permitir la adaptación y los ajustes según las necesidades cambiantes del bebé y la madre lactante.
Es importante tener en cuenta que cada situación es única y que el convenio regulador debe adaptarse a las circunstancias específicas de la familia y las necesidades del bebé. Consultar con un profesional de la salud, como un pediatra o un asesor de lactancia, para garantizar que se tomen decisiones en el mejor interés del bebé y se respeten las necesidades de lactancia materna.