La determinación de la custodia compartida no está necesariamente basada en la edad de los hijos, sino en el mejor interés del niño. Los tribunales generalmente consideran una variedad de factores al tomar decisiones sobre la custodia, como el bienestar físico y emocional del niño, la capacidad de los padres para cuidar y criar al niño, la relación del niño con cada uno de los padres, entre otros aspectos relevantes.
Dicho esto, en muchos casos, la custodia compartida puede considerarse una opción viable a medida que los niños crecen y se vuelven más independientes. A menudo, se cree que los niños más pequeños necesitan una rutina más estable y un cuidado más constante, por lo que en edades tempranas, la custodia compartida puede implicar períodos más cortos con cada padre o un enfoque más centrado en la estabilidad y la continuidad.
A medida que los niños crecen y se vuelven más adaptables, los tribunales pueden considerar la custodia compartida como una opción más viable. Sin embargo, cada situación es única y se evaluará individualmente en base a las circunstancias específicas de la familia y las necesidades del niño.
Es importante tener en cuenta que las leyes y los procedimientos relacionados con la custodia compartida pueden variar según el país y el estado. Si estás considerando la custodia compartida, te recomendaría consultar con un abogado especializado en derecho familiar para obtener asesoramiento específico basado en tu ubicación y situación particular.