La custodia compartida en situaciones de alta conflictividad entre los padres puede ser especialmente desafiante, pero aún es posible implementarla si se toman medidas adecuadas para mitigar el conflicto y proteger el bienestar del niño. Aquí hay algunas consideraciones importantes:
- Comunicación estructurada: Establecer una comunicación estructurada y limitada puede ayudar a reducir el conflicto. Esto puede incluir el uso de medios de comunicación escrita, como correos electrónicos o mensajes de texto, para evitar interacciones cara a cara que puedan generar conflictos.
- Acuerdos claros: Es fundamental establecer acuerdos claros y detallados sobre los aspectos prácticos de la custodia compartida, como horarios, responsabilidades y protocolos de comunicación. Cuanto más específico sea el acuerdo, menor será la probabilidad de conflictos por malentendidos.
- Mediación o terapia: La mediación o la terapia pueden ser herramientas útiles para gestionar el conflicto y mejorar la comunicación entre los padres. Un mediador o terapeuta familiar puede facilitar la negociación de acuerdos, ayudar a identificar y abordar problemas subyacentes y proporcionar estrategias para la co-parentalidad efectiva.
- Establecer límites y separar asuntos personales: Los padres deben hacer un esfuerzo consciente para separar los asuntos personales y los problemas entre ellos de la crianza del niño. Establecer límites claros y mantener el enfoque en el bienestar del niño puede ayudar a reducir el conflicto y crear un entorno más saludable para todos.
- Proteger al niño: Es crucial proteger al niño del conflicto y mantenerlo fuera de cualquier disputa entre los padres. Evitar hablar negativamente del otro padre frente al niño, no utilizar al niño como mensajero o intermediario, y proporcionar un entorno seguro y amoroso son aspectos fundamentales para su bienestar.
- Apoyo profesional: En situaciones de alta conflictividad, puede ser beneficioso contar con el apoyo de profesionales como abogados especializados en derecho de familia y terapeutas especializados en crianza compartida en casos conflictivos. Ellos pueden brindar orientación y estrategias específicas para manejar la situación de manera más efectiva.
Es importante recordar que cada situación es única y puede requerir enfoques y soluciones adaptadas a las circunstancias individuales. La prioridad debe ser siempre el bienestar del niño y la creación de un entorno estable y amoroso para su desarrollo.