La denegación de la custodia compartida puede ocurrir en ciertos casos específicos en los que se considere que no es lo más adecuado para el bienestar del hijo. Algunas situaciones en las que se podría denegar la custodia compartida incluyen:
- Falta de capacidad de los padres para cooperar: Si los padres no pueden comunicarse, cooperar o tomar decisiones conjuntas en beneficio del hijo, la custodia compartida puede ser denegada.
- Historial de abuso o negligencia: Si hay evidencia o informes de abuso físico, emocional o negligencia hacia el hijo por parte de uno de los padres, es probable que se deniegue la custodia compartida en interés de la seguridad y el bienestar del hijo.
- Problemas de salud mental o adicciones: Si uno de los padres tiene problemas de salud mental no tratados o adicciones que puedan afectar negativamente la capacidad para criar al hijo de manera adecuada, la custodia compartida puede ser denegada.
- Deseo y preferencia del hijo: Dependiendo de la edad y la madurez del hijo, su opinión y preferencia pueden tenerse en cuenta al tomar decisiones sobre la custodia compartida. Si el hijo manifiesta de manera clara y fundamentada su deseo de vivir predominantemente con uno de los padres, esto puede influir en la decisión.
En que casos se deniega la custodia compartida
Es importante destacar que cada caso es único y las decisiones sobre la custodia compartida se toman en base a la evaluación de las circunstancias y el bienestar del hijo. Los tribunales y los profesionales especializados en derecho de familia toman en consideración múltiples factores antes de tomar una determinación.